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En el vasto cosmos del cine, donde las estrellas de celuloide parpadean con promesas de epifanías, el cine de autor extraño emerge como un cometa excéntrico, surcando la noche con un fulgor intelectual que desorienta y hechiza. No es cine para paladares perezosos, no; es un banquete de ideas indigestas, un rompecabezas de fotogramas que exige al espectador danzar en el borde del abismo. Como decía Godard, “el cine es la verdad 24 veces por segundo”, pero en este rincón del séptimo arte, esa verdad se retuerce en nudos gordianos, se disfraza de pesadilla lírica y se ríe de nosotros desde las sombras.

Aquí, directores como Tarkovski, con su cámara que medita más que filma, o Apichatpong Weerasethakul, que teje selvas oníricas donde el tiempo se derrite como un reloj daliniano, desafían las leyes de la narrativa. Es un cine que no explica, sino que susurra enigmas; un cine que, en su delirio, nos recuerda que la mente es un laberinto con proyector propio. ¿Intelectual? Sí, pero con la chispa de un filósofo borracho en un karaoke cósmico. Prepárense: este no es un viaje, es una abducción. En fin, toda una exageración para haceros leer lo que los colegas escriben con entusiasmo, placery generosidad... Es vuestra casa cinemática si así lo queréis. Mandad vuestras colaboraciones, son bien recibidas siempre.

Cinemática azorada*

puño.png

dinosaurio*

 

autor*

clásicos*

hechizos*

 

bullitt*

 

hitchcock*

 

control*

 

touch of evil*

 

pierrot le fou*

 

vertigo*

 

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