
Pepo Pérez García
MISERICORDIA (2024) es seguramente lo mejor del director Alain Guiraudie junto a EL DESCONOCIDO DEL LAGO (2013). Aquella era tremenda en su economía de recursos; esta es más compleja en sus temas y subtemas. Misericordia viene a ser, para resumir mucho, un thriller de provincias con sabor a Chabrol, pero “thriller” muy singular porque lo firma Guiraudie. Este sigue sorprendiendo por su poca vergüenza para las situaciones chocantes, por la ambigüedad moral (el diálogo entre el cura y el protagonista acerca de ser consciente de nuestra complicidad con el crimen y seguir viviendo como si no lo supiéramos, entre otros muchos detalles) y sobre todo por la comedia encubierta. Hay un momento de la segunda mitad en que todo lo seria que parecía la peli se transforma en una comedia negra tan poco evidente como tronchante, hasta el punto de que media sala nos partíamos de risa y la otra media parecía molesta porque no entendía de qué nos reíamos. Perdón si resulta soberbio o algo confesar eso pero es lo que ocurrió realmente en la sala. Podría ser también que sí pillaran la ironía y el humor negro pero no les hiciera gracia.